viernes, 20 de junio de 2025

Espiritualidad y Cosmovisión Tradicional del Pueblo Boma Nku: El Nombre Sagrado de Dios




Espiritualidad y Cosmovisión Tradicional del Pueblo Boma Nku: El Nombre Sagrado de Dios
Por Tata Moshe Mano Izquierda.

Cosmología y deidad suprema

Los Boma Nku, al igual que muchos pueblos bantúes, concebían un ser supremo único que habitaba el cielo y estaba por encima de los humanos. Tradicionalmente «todos los bantúes creen en un Dios supremo» cuya naturaleza suele relacionarse con el cielo o el Sol. En esta cosmovisión el universo es eterno; no hay mito único de creación, sino que el mundo y los seres existentes siempre han estado ahí, animados por una fuerza vital universal llamada Ntu. Esta fuerza cósmica –Ntu– es vista como el principio subyacente de la realidad, la vida misma. Así, Dios (el ser supremo) no es el creador ex nihilo, sino la fuente inmanente de esa energía vital; a menudo los nombres locales para Dios contienen las partículas –ng– o –nk– propias de las lenguas bantúes (por ejemplo, en pueblos vecinos aparecen términos como Nzambi o Mulungu).

En el caso específico de los Boma Nku, el nombre correcto para Dios en su contexto lingüístico y cultural se vincula con esta tradición bantú, probablemente con raíces en términos similares a Nzambi a Mpungu ("Dios Todopoderoso"), aunque no hay registro directo en su idioma exacto, se infiere por analogía con otros pueblos del Kasai que usan términos como Bolòbò, Nyamòlo o Mwapóngò.

Organización social y poder político

El pueblo Boma Nku se organizaba en aldeas dirigidas por consejos de ancianos, y tenía un rey electo por los espíritus. Según la tradición, el rey debía ser también mago, para poder acceder al cargo de jefe principal de la comunidad, aunque no tenía autoridad para destituir a los jefes de las aldeas. Este rey boma se consideraba portador de virtudes divinas y se rodeaba de una corte real.

Dentro de la estructura social, los Ngeli constituyeron la clase dominante del reino y solo podían casarse con la élite llamada Nkumu. Los hombres libres podían casarse con la clase Nkumu, pero nunca con los Ngeli. Esta rígida jerarquía social se mantenía dentro del reino boma, el cual estuvo activamente involucrado en el tráfico de esclavos que afectó la región.

Entidades espirituales: ancestros y naturaleza

Además del Ser Supremo, en la religión Boma Nku eran centrales los espíritus de los ancestros y de la naturaleza. Los ancestros difuntos (bakulu) son vistos como espíritus invisibles que protegen a la comunidad y velan por la familia desde otro mundo. Por ello se les honra y adora a través de ceremonias familiares: «los antepasados son espíritus protectores a los que se les debe adorar por ritos y danzas».

De forma semejante, la naturaleza –bosques, ríos, montañas, el Sol o la Luna– también está animada por fuerzas espirituales. “Ningún hombre tiene esa fuerza [vital] por sí mismo: todo lo que hace, lo hace con ayuda de seres personales, espíritus de la naturaleza o antepasados”. Esto refleja que la vida humana se sitúa en un tejido de fuerzas animadas: los cazadores o agricultores realizaban rituales para apaciguar al espíritu del bosque o del río antes de adentrarse en ellos.

En grupos bantúes vecinos (como los Bomboma o Ngili en el Ubangi) se documenta un Ser Supremo bajo nombres como Bolòbò, Nyamòlo o Mwapóngò, y se distingue entre culto comunal y culto familiar (Mundo) de los ancestros. Es probable que los Boma Nku compartieran estructuras similares: un culto oficial del clan o aldea y un culto doméstico dedicado a los espíritus de la familia.

Prácticas espirituales y estructura ritual

Los rituales Boma Nku incluían ofrendas de comida, libaciones y danzas para honrar a los ancestros y apaciguar a los espíritus naturales. También celebraban ritos de pasaje, tales como circuncisión masculina, matrimonios y funerales, que reforzaban la cohesión social y religiosa. Cada familia conservaba su pequeño santuario o “casa del espíritu”, donde invocaba a sus antepasados fundadores y realizaba sacrificios simbólicos.

En la comunidad más amplia, los jefes tradicionales y los iniciados actuaban como mediadores: transmitían los mitos fundacionales y presenciaban ceremonias importantes, como la recolección de cosecha o la propiciación de la lluvia.

La antropología bantú señala que el padre y el jefe son considerados figuras sagradas; por ejemplo, entre los Boma se dijo que “un padre es como Dios” en términos de autoridad social. Esto refleja que el orden familiar se proyecta al orden cósmico: la figura paterna encarna la voluntad divina de protección y liderazgo.

Antepasados y elementos naturales

La relación con los ancestros es íntima y cotidiana: se creía que los muertos vivían en el más allá pendientes del bienestar de sus descendientes. Por ello, la familia realizaba cultos ancestrales regulares —como libaciones o sacrificios menores— para agradecer favores o pedir bendiciones. Los ancestros, aunque invisibles, eran considerados guardianes de la moral familiar y mediadores de la fertilidad.

Igualmente, la naturaleza era considerada viva, con espíritus en cada río, árbol o montaña. Animales totémicos, como leopardos o búfalos, podían ser sagrados, y fuerzas meteorológicas como la lluvia o el trueno se invocaban mediante tabúes y rituales sencillos.

De acuerdo con la concepción cosmológica africana general, toda naturaleza posee Ntu —la fuerza vital— y se debe respetar su equilibrio.

Economía tradicional e historia reciente

Históricamente, los Boma Nku fueron pioneros en el cultivo de la caña de azúcar. Durante la vigencia del reino histórico de Buma, se involucraron en el tráfico de marfil, madera y esclavos, tanto con pueblos de la costa como con europeos.

En la actualidad, la comunidad Boma Nku vive principalmente de la agricultura, la ganadería y la pesca.

El nombre de Dios en idioma Boma Nku

No existe en la literatura disponible una palabra documentada inequívocamente como “Dios” en Boma Nku pre-cristiano. Sin embargo, por analogía con otros bantúes del Kasai, probablemente usaban un nombre que incluyera la raíz ntu o ng, característica de los términos bantúes para la divinidad, similar a Nzambi o Mulungu.

En estudios de lingüística bantú se menciona que los Bomboma (Ngili) llamaban a su ser supremo con nombres como Bolòbò, Nyamòlo o Mwapóngò. Del mismo modo, pueblos kongo-kasai cercanos utilizan términos de la forma Nza-mbi, Ma-lungu, etc.

En algunos documentos históricos cristianos de la zona se registra que los recién evangelizados llamaban a Dios «Nzambi ’a Mpungu» (“Dios Todopoderoso” en kikongo) o sencillamente Nzambi. Por tanto, aunque no hay testimonio directo en Boma Nku, el consenso de fuentes lingüísticas y etnográficas sugiere que el Dios supremo se nombraba con un vocablo de esa familia lingüística.

Comparación bantú y conclusión

En suma, la religión tradicional Boma Nku encajaba en el patrón bantú: un Dios distante con un poder abstracto, numerosos espíritus menores (ancestros, de la naturaleza, brujas, etc.) y rituales tanto familiares como comunales.

El énfasis en la unidad cósmica mediante Ntu, la veneración de ancestros y la naturaleza como fuerzas vivas coincide con lo observado en otros grupos bantúes del África central.

Comparativamente, por ejemplo, los vecinos Teke o Kongo muestran estructuras religiosas análogas (un dios supremo del cielo y cultos a los antepasados), lo que indica raíces comunes en la región del Kasai.

Todas las fuentes consultadas señalan que antes de la llegada del cristianismo, la vida espiritual Boma giraba en torno a la armonía con lo ancestral y lo natural, manteniendo vivo el legado de sus ancestros y el espíritu del lugar mediante ritos y costumbres transmitidos oralmente.



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